13 mayo, 2011

Clásicas boludas.

Para las CLASICAS BOLUDAS:
Cuando un ex que te dejó te manda un mensaje, en el 90% de los casos es para comprobar que todavía te tiene, pese a haberte dejado. Y es lógico. Porque, dentro de su estupidez, nunca imaginó, en el momento en que te dejó, que te perdía. ¿Cómo iba a perder a esa pobre piba que estaba destrozada? ¿Que habría hecho cualquier cosa por seguir con el? (y que, de hecho, tal vez lo hizo, en los primero días posteriores a la ruptura).
Cuando pasado un tiempo “X” deja de tener noticias de esa ex a la que dejó, empieza a preguntarse: “¿Qué pasa con ella?”, “¿Se olvidó de mí?”, “¿Tendrá otro?”. Y para satisfacer esta curiosidad no tiene más que mandar un SMS o un mail diciendo cualquier pelotudez. Es entonces cuando, por medio de nuestra respuesta, se queda tranquilo: sabe que nos tiene ahí. Como siempre.
- Ejemplo:
Mensaje de él: “Sólo quiero que sepas que te extraño”.
Respuesta de la CB (Clásica Boluda): “Yo también te extraño. ¿Por qué no nos encontramos y hablamos? Te amo”.
Listo. A la mierda: YA TIENE LO QUE QUERÍA!
Después de eso, puede venir otro mensaje de él que dice: “No te confundas: sólo te decía que te extrañaba”. (Si es que se digna a mandarlo, porque tal vez ni eso).

Hay ciertos mensajes que podríamos llamar “informativos”: aquellos en donde no te pregunta nada. Y, obviamente, tampoco te propone nada. Estos mensajes suelen ser interpretados erróneamente como una propuesta o un acercamiento para volver.
-Ejemplo:
“Te extraño y siempre voy a llevar conmigo los momentos que pasamos”. “¡Vamos! ¡Quiere volver!", pensaría la CB. Pero.. ¿dónde dice que quiere volver? Son muy astutos, naturalmente, y saben que con ese mensaje van a obtener la respuesta tranquilizadora que les haga sentir que nos dejaron, pero que NO NOS PERDIERON.
Por eso, este tipo de mensajes “informativos” deben ser recibidos de la misma manera que los mensajes informativos de la compañía de celulares, que nos dicen: “Con la compra de una tarjeta de 20 pesos, te llevás 40 sms de regalo”. ¿Acaso respondes esos mensajes? NO. Simplemente, te das por informada. Punto. Y, en caso de que el tipo en cuestión te pregunte por que no le respondés los mensajes, podés tranquilamente contestarle: “Porque no me preguntaste nada”.
Cuando los mensajes contienen una pregunta, hay que responderlos: no responder a una pregunta concreta denota resentimiento. Y resentimiento no es otra cosa que “re-sentimiento”. Pero recordemos que nuestra filosofía apunta a que él sienta que nos está perdiendo para que, así, nos valore: lo último que tenemos que demostrarle es bronca. Porque, si tenemos bronca, es porque todavía seguimos enganchadas con él.
En consecuencia, se debe responder los mensajes que contienen una pregunta, pero de la manera más breve posible.
-Ejemplo:
Mensaje de él: “Hola. ¿Cómo estás?".
Respuesta tuya: “Bien”.

Pero ojo: NO es “Bien. ¿Y vos?”. Ni “Bien, gracias”. Mucho menos: “Mal… extrañándote y bla bla bla..” La respuesta es, simplemente, “Bien”. Eso hará que él piense: "Caramba.. ¡la habilito para que me contacte, para que me diga algo, y sólo responde 'bien'?". Ahí va a darse cuenta de que no te tiene tan en su poder como creía. Una excepción a esta norma podría ser el clásico “Feliz cumpleaños”, en el que la ausencia de respuesta de nuestra parte también podría denotar bronca. En estos casos, lo ideal es responder: “Gracias”. Y por qué no: “Grcias” (como para que vea que tecleamos rápido y que ni nos detuvimos a revisar o corregir el mensaje).
A veces, estos “testeos” que nos envían para “chequear” qué pasa con nosotras pueden ir un poco más lejos y proponer un encuentro "para hablar". 
-Ejemplo: “Me gustaría que nos encontremos para hablar”. Ahí la CB salta de alegría, pensando que el pibe quiere volver. Repito lo de antes: ¿Dónde dice que quiere volver? En muchísimos casos, el sujeto se conforma, solamente, con saber que saldrías corriendo a verlo y suele responder a tu aceptación inmediata con un “Mejor no… no quiero confundir las cosas”. O ni siquiera eso: dilata el encuentro, que luego NUNCA se produce.

En otros casos, el encuentro se produce, pero la charla no lleva a nada nuevo. Simplemente, te repiten lo que te habían dicho cuando te dejaron: que siguen confundidos, que te quieren mucho, pero que no pueden seguir. Suelen agregar que les gustaría no terminar mal, que se siguieran hablando y hasta que fuesen “amigos”. O sea: una mierda. Es bueno agregar que, en estos encuentros, solemos terminar a los besos, pero sin llegar a ningún tipo de reconciliación. ¿Y qué es lo que ha vuelto a pasar? Lo que ha vuelto a pasar es que volvieron a comprobar que aún estamos disponibles.
Por eso, en los casos donde nos envían un mensaje proponiendo hablar lo ideal es responder: “Decime, concretamente, qué me querés decir y si da, nos juntamos”. La respuesta que puede venir de su parte, en estos casos, puede ser: “Nada… quería hablar de la vida, de cómo van tus cosas…”. Ahí podés responderle: “Te dije que si daba nos juntábamos y la verdad que no da. Mi vida, bien. Un beso”.
Es fundamental no dejarnos llevar por nuestras pasiones, al momento de responder un SMS o mail de un ex. Eso podría hacer que vaya a parar a la mierda todo el esfuerzo que pusimos anteriormente para hacer las cosas bien, no humillarnos y hacerle sentir que seguimos adelante sin él y que nos está perdiendo. Recuerden que nadie puede tener deseos de recuperar lo que no siente que ha perdido.

07 mayo, 2011

Bla bla.


Y yo pensaba que de el me había olvidado, acá me ves buscándolo una vez más. Mi carcelero mi perpetua condena mi debilidad, ave nocturna tras su vuelo deja tanta soledad.
Aprendí a odiarlo con el tiempo y me sentí mucho mejor, sin embargo uno siempre añorara de rompe el corazón.
Ahora vuelve a seducirme cuando no lo espero. Falsas promesas me ha vendido una vez más, yo solo sé que todo puede terminar de una manera, en un rincón hecho pedazos mi amargo final.
Eternamente desvelada, los huesos fríos del sudor, esperando sin remedio un dulce sueño que no va a llegar. Bla bla bla bla.
Y yo que soy de las que piensan que nada es para siempre, de tan borracha alguna noche creo que lo olvide. Blanco novio en el altar o viudo negro sin un rastro de piedad, ángel caído que en la noche encuentra sino para su maldad.
El pobre niño en desamparo que me ofrecía su amistad me mostro el oscuro infierno del que ya no pude escapar. Bla bla bla.

05 mayo, 2011

Ella es así.

Era una persona como cualquier otra, con sus sueños, sus obsesiones, sus caprichos. Nadie creía que detrás de esa sonrisa interminable había un corazón roto, a punto de rendirse. Llegó el día en que ella se cansó y se dio por vencida. Todo el mundo soñado que imaginaban los demás se derrumbó. Un día como cualquier otro, explotó en llanto y no pudo parar jamás. Ya nada era igual, ya no sonreía a todo momento, ya no organizaba fiestas, ya no estaba activa. Cada día ella fue alejandose más, hasta el punto de no querer ver ni a sus propias amigas, esas que antes le daban fuerzas para seguir adelante. Nada tenía sentido, nadie tenía el poder de robarle una sonrisa, solo él. Pensar que la persona que más amaba era la que más la lastimaba, ¿quién lo podía imaginar?. Todas estas heridas eran producto del amor, del amor obsesivo, del amor no correspondido. Pero a pesar de las caídas, ella logró salir adelante. Logró superar el dolor, y todo ese dolor se convirtió en odio. Odio a la persona que la hiso sufrir, pero igual ella sabe que en cualquier momento puede volver a caer en sus redes, y tocar fondo. 

04 mayo, 2011

Creo en las segundas oportunidades.

Dicen que repetir amores es repetir errores, pero ¿si ese amor es tan necesario en este momento como lo fue antes? ¿Por qué no volver a intentarlo? No creo en el olvido porque sé que siempre en un rincón del corazón, a pesar del rencor, quedan guardados esos momentos esenciales en la vida de una persona. Yo creo que a veces es necesario volver a repetir un amor porque se pueden modificar las actitudes que hicieron que anteriormente no funcionara ésta relación. No es borrón y cuenta nueva, es saber aceptar las cosas que cada uno hiso mal y revertirlo para vivir una de las mejores historias de amor o simplemente otro intento fallido. Pero aún así, el que no arriesga no gana y el que arriesga puede morir por amor. No todo sale como lo planeas en el primer intento, no todo es perfecto la primera vez, no es así de fácil. Las personas, a través del tiempo, cambian sus actitudes pero su esencia, la que te enamora, sigue ahí, esperando el momento indicado para brillar. La vida hay que vivirla descubriéndola por tu propia cuenta sin que los demás influyan en tus pensamientos porque así estarías viviendo tu vida desde la perspectiva de otra persona, y no sería lo que vos querés.